EL CARTEL

Este cartel ha sido concebido y realizado por estratos, mediante capas superpuestas que, unidas, conforman la imagen final. 

Esta técnica no es casual: es, de hecho, un paralelismo con la propia historia de la Hermandad, que también se ha ido forjando por generaciones —como capas que se suman con el paso del tiempo—, desde aquellas mujeres fundadoras hasta los hermanos y hermanas que hoy seguimos haciendo vida y camino en torno a Nuestra Señora de los Dolores.

 

LA MADERA

Como base del cartel se ha utilizado la madera cruda, símbolo de lo esencial, lo primigenio. Representa el origen humilde y auténtico de nuestra Hermandad. Es el soporte sobre el que descansa todo lo demás, del mismo modo que la devoción a los Siete Dolores de María y el servicio al prójimo fueron los pilares sobre los que nació la Orden Servita en la Florencia del siglo XIII.

Esta madera aparece en forma de filigrana creando una especie de marco que envuelve la imagen principal. Este dibujo se inspira en los bordados del estandarte de la Piedad y una saya de la Virgen.          

 

EL BLANCO

El color blanco, presente en el cartel, simboliza la pureza. Es un color litúrgico asociado a la alegría, la vida y la santidad, que se utiliza en las festividades de la Virgen María, en la Pascua y en la Navidad. En nuestro caso, este blanco también hace referencia directa a las túnicas que visten los nazarenos de Nuestra Santísima Virgen de los Dolores durante la estación de penitencia del Miércoles Santo.

 

EL NEGRO

El negro es el color distintivo de la Orden Servita. Es también el color del escapulario que llevaban las hermanas de la antigua Hermandad Servita, y que en esta obra ocupa un lugar central en la composición. 

Un elemento que encierra memoria, identidad y tradición. También es el color del texto y el corazón con los siete puñales, silueta del original que porta Nuestra Titular.

 

LA COMPOSICIÓN

En la parte central superior aparecen dos manos entrelazadas, una envejecida; la otra, la de un bebé que apenas empieza a descubrir el mundo. 

Con este gesto se simboliza el paso del legado entre generaciones, un relevo silencioso pero lleno de significado.

La mujer mayor viste el hábito morado de la Hermandad del Gran Poder, una imagen que rinde homenaje a aquellas promesas que nuestras madres y abuelas ofrecían a Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, cuando cumplirlas era una forma cotidiana de expresar la fe.

Este detalle establece un puente visual y emocional entre las dos hermandades que después se fusionaron en una.

 

EL ESCAPULARIO

El motivo central del cartel es el escapulario, que cuelga del pecho de la mujer anciana. Inspirado en los que portaban las antiguas hermanas de la 

Hermandad de los Dolores, mantiene el color negro característico de la Orden Servita. Aunque aquellos escapularios eran parecidos entre sí, cada uno era único, pues eran bordados a mano por las propias hermanas. En un lado solían llevar la imagen de la Piedad, y en el reverso, una corona de espinas con los tres clavos de Cristo.

En este cartel se ha decidido aumentar la proporción del escapulario para dotarlo de protagonismo, incorporando en su centro la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, actual Titular de la Hermandad, como símbolo de continuidad y devoción perenne.

EL AUTOR

N.H.D. Jorge Gallego García, pintor sevillano nacido en 1980, en Montellano, será el encargado de realizar el cartel conmemorativo del 300 aniversario de la antigua Hermandad Servita de María Santísima de los Dolores.

 

Formado en la Licenciatura en Bellas Artes (Universidad de Sevilla, 2003) y con un Programa de Doctorado en Pintura y Conservación-Restauración, Jorge ha desarrollado una carrera marcada por la excelencia y la sensibilidad artística. Su formación se complementó en la Cátedra Francisco de Goya impartida por Antonio López García.

A lo largo de su trayectoria cuenta con un gran palmarés, reconocido con numerosos premios, entre los que destacan:

- Primer Premio en la LIV Exposición de Otoño de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla (2005)

- Primer Premio de Pintura en el IV Concurso Figurativas de la Fundación de las Artes y los Artistas de Barcelona. (2009)

- Primer Premio en el XLV Concurso Internacional de Pintura de Paisajes de Alcalá de Guadaira. (2017)

- Primer Premio de Pintura Virgen de las Viñas. Tomelloso (2019 y 2021)

- Premio Reina Sofía de Pintura y Escultura (2019)

- Premio de Pintura “Emilio Ollero” (2020)

- Premio José Arpa (2025)

- Concurso Internacional de Pintura “Cerezo Moreno” (2024)

- Primer Premio del XXIX Certamen Internacional de Pintura “Ciudad de Alcázar” (2021 y 2025)

Su obra, que ha sido expuesta en España y en países como México, Japón, China y Corea del Sur, combina un lenguaje figurativo naturalista con un enfoque introspectivo y simbólico, explorando la relación del ser humano con los espacios que habita y su entorno.

Pero más allá de su arte, Jorge Gallego es un hijo de Montellano comprometido con su pueblo, llevando su nombre allá donde viajan sus obras, colaborando siempre con hermandades, agrupaciones y entidades locales, y promoviendo la cultura y el patrimonio Montellanero.

Ha sido autor de varios carteles de Semana Santa de Montellano, y mantiene una constante colaboración con sus Hermandades y Agrupaciones. También es un impulsor de la cultura en su pueblo, contribuyendo con su talento y compromiso a engrandecer el patrimonio cultural y artístico de Montellano.

Este cartel será un símbolo de nuestra historia, fe y devoción, reflejando la identidad de nuestra Hermandad y la pasión de un artista que nunca olvida sus raíces.