EL LEMA
SALVE MATER DOLOROSA
Toda gran efeméride, debe responder con un lema el sentimiento y la importancia que con ella trasciende. Si fuéramos a la raíz semántica de la palabra lema, encontramos su origen en el término “lemma”, que significa título o argumento; precisamente es eso lo que se busca en la elección de nuestro lema, todo un argumento o una razón que exponga de forma directa y breve lo que representa el 300 aniversario de la Antigua Hermandad Servita de María Santísima de los Dolores. En él podemos encontrar la presencia de la lengua madre del castellano, el latín, un recurso que se une para manifestar la antigüedad de nuestra Hermandad. A continuación, expondremos su significado:
SALVE; a modo de aclamación, con origen en la lengua latina, exclamar un “Salve”, viene a trasladar un deseo de salud y bienestar. Ese saludo de la tradición latina, está presente también en contextos religiosos, ya que el cristianismo surge en un tiempo y lugar bajo el dominio del Imperio Romano, el cual, acabará declarándolo como religión oficial en el año 380 d. C. Por lo tanto, dentro de la Iglesia encontramos ese saludo en la visitación del Ángel Gabriel a la Virgen “¡Salve, llena de gracia!” o la oración y plegaria de “la salve” que también tiene aquí sus raíces, “Salve Regina”. Son muchos los ejemplos que se podrían mostrar, y en este lema del aniversario, es para nosotros una aclamación llena de gracia a la Virgen en su advocación de Dolores.
MATER: proviene igualmente del latín y significa “Madre”, palabra y concepto que ocupa una dimensión sin medida en el corazón de cada persona. Podríamos escribir toda una tesis doctoral sobre este término, acerca de la relevancia de las madres a lo largo de la historia y su visión desde la Iglesia, pero iremos concretamente a definir su función semántica dentro de nuestro lema. Exactamente, será el mismo Jesucristo desde la cruz, quien designe a María como Madre de todos los cristianos a través del discípulo amado: “Ahí tienes a tu Madre”. A partir de ese momento, todos los que hagan la voluntad de Dios formarán parte de una misma familia, acogida y arropada por una Madre, la Virgen María. No obstante, no será hasta el Concilio de Éfeso en el 431 cuando se nombre a la Virgen María como “Madre de Dios” y siglos más tardes en 1964, en el Concilio Vaticano II, como “Madre de la Iglesia”. Por último, también en las letanías del rosario, a modo de súplica y alabanza a la Virgen, encontramos referencias a la maternidad de María, “Madre purísima”, “Madre del buen consejo”, “Madre de la Esperanza” o “Madre de la Misericordia”, siendo estas dos últimas incluidas por el Papa Francisco en el año 2020.
DOLOROSA: la palabra dolor, proviene del latín doloris y del verbo dolere que significa “sufrir” o “ser golpeado”, con el tiempo ha evolucionado usándose hoy para un sufrimiento físico o anímico. Este término lo encontramos en la advocación de Nuestra Amadísima Titular, María Santísima de los Dolores, del mismo modo que es Titular de la Orden de los Siervos de María. La devoción a la Virgen de los Dolores es una de las más antiguas de la Iglesia, pues proviene de la Edad Media, en torno al siglo XI y XII. Sin embargo, su auge y mayor difusión no llegará hasta el nacimiento de la Orden Servita, en el 1233. En Montellano no la encontraremos hasta años más tarde, tomando como referencia la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores de San Marcos en Sevilla, la cual se instituyó en 1720 como Venerable Orden Tercera de los Siervos de María. Con respecto a los Servitas, estos rinden especialmente culto a los “Siete Dolores de la Virgen”, siendo el número 7 dentro de las Sagradas Escrituras, símbolo de la perfección; los siete dolores son meditados a través del rezo de la Corona Dolorosa, teniendo especial ahínco en el “sexto dolor”, el descendimiento de la cruz, representado pictóricamente en el estandarte de la Virgen de nuestra Cofradía. Actualmente, nuestra Hermandad celebra los cultos a la Virgen en dos momentos muy especiales en el año, el “Viernes de Dolores” meditando y preparándonos para la pasión, muerte y resurrección del Señor, y los cultos en torno al día 15 de septiembre, fecha en la que desde 1913, la Iglesia conmemora los Dolores Gloriosos de Nuestra Señora tras la Festividad de la Exaltación de la Santa Cruz.
SALVE MATER DOLOROSA: te aclamamos y te saludamos Madre de Dios y Madre Nuestra, por tus Dolores hoy te acompañamos y te pedimos tu intercesión, para conseguir la gracia y la esperanza que en tus Dolores Gloriosos recibimos en la redención de Nuestro Señor Jesucristo, amén.