BEATO ANTONIO MARTÍNEZ GIL.

El Beato Antonio Martínez Gil-Leonis nació en Montellano (Sevilla) el 2 de noviembre de 1916, en el seno de una familia humilde y profundamente cristiana. Fue hijo de Antonio Martínez Núñez, maestro albañil, y de María de los Dolores Gil-Leonis. Recibió las aguas del Bautismo en la Parroquia de San José el 4 de noviembre de ese mismo año y fue confirmado en 1923 por el cardenal Eustaquio Ilundain.

Durante su infancia vivió en Montellano hasta que la familia se trasladó a Morón de la Frontera, donde estudió con los Padres Salesianos. Quienes lo conocieron lo recuerdan como un muchacho alegre, servicial y de gran sensibilidad. Aficionado al teatro, la pintura y la música, Antonio destacó también por su espíritu generoso y su fe sincera.

En su adolescencia sufrió una grave peritonitis que puso en peligro su vida. Durante su convalecencia, hizo una promesa: si sanaba, entregaría su vida al servicio de Dios y de los enfermos. Fiel a ese compromiso, en mayo de 1934 pidió su ingreso en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. El 25 de julio de 1935 fue admitido en la comunidad de Ciempozuelos (Madrid) y vistió el hábito hospitalario el 7 de diciembre de ese año, tomando el nombre de Fray Antonio de Jesús.

Poco tiempo después, con el inicio de la Guerra Civil Española, comenzó la persecución religiosa. Fray Antonio fue detenido junto a sus hermanos de comunidad y encarcelado en la prisión de San Antón, en Madrid. A pesar de su juventud, demostró una fe firme y un valor extraordinario. Ante las amenazas de sus captores, se negó a blasfemar, respondiendo con serenidad:

"Aunque me hagáis mijitas así de grandes, no lo digo.”

Fray Antonio entregó su vida por Cristo en Paracuellos del Jarama (Madrid) el 29 de noviembre de 1936, con apenas 20 años de edad. Su testimonio de fidelidad, serenidad y amor a Dios lo convirtió en uno de los Mártires de la Hospitalidad.

La Iglesia reconoció su martirio el 14 de mayo de 1991, y el Papa San Juan Pablo II lo beatificó el 25 de octubre de 1992.

En el año 1993, la Autoridad Eclesiástica aprobó la incorporación del Beato Antonio Martínez Gil como Titular de la Hermandad, añadiéndose su nombre a la denominación oficial, que pasó a ser Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de los Dolores.

Seis años más tarde, en 1999, la corporación recibió además el título de Sacramental, conformando la advocación completa que hoy conocemos.

Actualmente, la Hermandad celebra la onomástica del Beato Antonio el 25 de octubre, fecha en la que se conmemora su beatificación. En dicha eucaristía participan activamente los jóvenes de la Hermandad, quienes preparan el altar, colaboran en la liturgia y leen las lecturas, manteniendo viva la memoria y el ejemplo del joven mártir montellanero.

 

El Beato Antonio Martínez Gil-Leonis es para Montellano y para su Hermandad ejemplo luminoso de fe firme, entrega generosa y amor incondicional a Cristo y a los más necesitados. Su vida, sencilla y breve, continúa inspirando a las nuevas generaciones a vivir su fe con alegría, servicio y esperanza.